PREENCHER O MÓDULO E ENVIAR UM E-MAIL


¿Cómo aumentar el número de puntos de recarga en las grandes ciudades?
Aumentar la cantidad de PRVE es fundamental. Sin una red desarrollada y bien estructurada, los usuarios se mostrarán recelosos. Por suerte, los Gobiernos y empresas se están esforzando, y apuntan hacia objetivos ambiciosos.
expansión de la infraestructura está siendo lenta, con los problemas que supone. Si los puntos de recarga no son suficientes, los usuarios no darán el paso. ¿Es factible aumentarlos en poco tiempo? A continuación, encontrará algunas ideas al respecto.
ESTADO ACTUAL DE LA CARGA DE VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
Hasta el momento, el número de puntos de carga en España asciende a 14 244, una cantidad modesta. El sector indica que la red debería tener en 2023, unos 70 000; cifra que tendrá que crecer año a año. Se busca llegar a los 340 000 en 2030, al menos en cuanto a la infraestructura pública. Evaluar el estado de los privados es difícil, ya que no hay una estimación exacta.
Esta situación muestra que la red aún no está desarrollada y que queda trabajo por hacer. De hecho, la falta de puntos de recarga hace que no sea fácil circular con coches eléctricos en tramos largos de las carreteras interiores españolas. Los usuarios pueden quedarse sin batería antes de llegar a su destino si no encuentran dónde cargar su vehículo. Ante esta realidad, aparecen problemas entre los usuarios como la ansiedad de rango o de autonomía.
Las ciudades y la costa están mejor preparadas, puesto que concentran el 80 % de la población y la matriculación de vehículos eléctricos. Además, solo el 2 % de los conectores dispone de una potencia igual o superior a los 150 kW. Esta realidad supone una barrera para el rápido desarrollo de la movilidad eléctrica. Pese a que esté avanzando, sin una red adecuada de puntos de carga, los usuarios tendrán dudas a la hora de dar el salto a la movilidad eléctrica.
FORMAS DE AUMENTAR EL NÚMERO DE PUNTOS DE CARGA
Las autoridades, desde el Gobierno español a la Unión Europea, y asociaciones de usuarios están trazando planes con objetivos ambiciosos. Un ejemplo es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que plantea incorporar cinco millones de vehículos eléctricos para 2030 y, de este modo, promover la movilidad sostenible. Para que estas propuestas no se atasquen, otras, como las siguientes, resultan de utilidad.
Cooperación público-privada
El sector público y el privado están obligados a cooperar para aumentar la cantidad de puntos de recarga. Tienen que ser capaces de mover los recursos necesarios con los que cumplir los objetivos marcados. Una buena muestra la encontrará en los planes de las empresas energéticas. Iberdrola quiere multiplicar por diez sus puntos de carga, lo que le hará pasar de 1000 a 10 000; Naturgy aportará 1100 y tanto Endesa como Repsol buscan cuadruplicar su red.
En cuanto al sector público, los fondos Next Generation de la Unión Europea suponen un fuerte espaldarazo. Gracias a ellos, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico destinará 2000 millones a subvenciones de movilidad eléctrica durante tres años. Además, los puntos se colocarán tanto en lugares estratégicos como en supermercados u hospitales, así se simplifica el acceso a quien quiera usarlos.
Reducción de trabas burocráticas
Las trabas burocráticas y regulatorias representan uno de los obstáculos más importantes. Los trámites para efectuar las instalaciones tienen que simplificarse, al igual que la concesión de los permisos y licencias. La obra para poner un cargador en una carretera es sencilla y no muy costosa, pero es posible ralentizarla desde la Administración.
En la actualidad los trámites para iniciar una obra llegan a extenderse durante 15 meses. Además, la concesión de permisos y licencias retrasa la puesta en marcha del punto de carga entre tres meses y más de un año. Estas trabas solo contribuyen a ralentizar el cumplimiento de los objetivos que las propias autoridades marcan, pese a que las empresas disponen de puntos terminados y listos para operar, pero que están bloqueados por la burocracia.
Además, en el caso particular de España, las 17 comunidades autónomas disponen de sus propias regulaciones y criterios. Ante esto, es preciso conocer la situación de cada una antes de extender la red de puntos a través del país. Por tanto y para evitar más obstáculos, es necesario llegar a una unificación normativa que fomente la agilidad.
Abaratamiento de costes
Los costes llegan a suponer otro obstáculo, en especial, para los puntos de carga rápidos. Su rentabilidad es escasa al no existir un parque de vehículos de grandes dimensiones. Asimismo, el precio de la electricidad limita los beneficios que ofrecen. Para paliar esta situación, el Gobierno ha planteado suavizar la parte fija del recibo para incentivar a las empresas.
En definitiva, el estado de los puntos de carga de vehículos eléctricos es mejorable. Pese a esto, empresas y Gobiernos trabajan para desarrollar la red al tiempo que crece la demanda. En Gewiss ponemos nuestro grano de arena ofreciendo asistencia técnica para el desarrollo de proyectos. Así, aportamos experiencia y conocimientos. ¡Conozca nuestros servicios!