¿Por qué la dependencia energética se ha convertido en un tema clave en España y toda Europa? El alto coste de la electricidad que paga el ciudadano es la consecuencia más evidente para todos de este problema, pero realmente afecta a todo el país gravemente. ¿Qué se puede hacer para paliar esta situación y revertir sus efectos?

Si nuestro país es energéticamente dependiente se debe a que no produce la suficiente energía para cubrir las necesidades de producción de calor, electricidad o propulsión de los medios de transporte. Por lo tanto, tiene que importarla del exterior.

Esto afecta directamente a nuestra economía y, por lo tanto, capacidad de desarrollo.

Los ciudadanos deben aprender cómo reducir el consumo de energía para ayudar a luchar contra esta dependencia. Para ello, es necesario que se conciencien de la necesidad de estas acciones:

• Apostar por el reciclaje y la reutilización de los envases. Igualmente, hay que eliminar el uso de recipientes plásticos.
  
  
• Aprender trucos básicos sobre cómo ahorrar en casa en el ámbito energético, concienciando a todos sobre la necesidad de acciones tan básicas como apagar las luces cuando no son necesarias.
  
  
• Reducir en lo posible el uso del coche privado y recurrir al transporte público o la bicicleta para los desplazamientos. El automóvil eléctrico es también una buena opción.
  
  
• Evitar el uso de productos elaborados con materiales derivados del petróleo.
  
  
• Ahorrar en iluminación con la instalación de sistemas led de iluminación, tanto en el hogar como en el alumbrado público.
  
  
• Instalar sistemas de energía renovables.

Este tipo de energía es limpia, por lo que no afecta negativamente al medio ambiente. De esta manera, influye positivamente en nuestra calidad de vida.

Además de sus beneficios sobre la salud de los ciudadanos, las energías renovables también juegan un papel muy importante a la hora de garantizar la autonomía energética de un país. Por lo tanto, evitan depender de productos derivados del petróleo, energías fósiles y, sobre todo, del suministro proporcionado por otros países.

Según el Instituto Nacional de Estadística español, nuestro país produce únicamente alrededor del 25 % de la energía consumida. Solucionar esta carencia representa un coste económico muy elevado, superior a los 40 000 millones de euros anuales. Todo este dinero se invierte, sobre todo, en productos derivados del petróleo (que resultan muy contaminantes) y en electricidad. Por lo tanto, tiene dos consecuencias esenciales para España:
 

• Resulta una inversión insostenible, dado el elevado precio de los productos petrolíferos en el mercado actual.
  
  
• Representa un riesgo importante de desabastecimiento energético. Hay que tener en cuenta que, si no se generan los recursos que se necesitan, el suministro pasa a depender de terceros. Esto puede significar, en un momento dado, que las condiciones sociopolíticas afecten el suministro.
   

El primer reto que debe superar España para lograr reducir la dependencia energética del exterior, es fomentar un consumo racional tanto en el ámbito público como privado. También es necesaria la implantación de medidas de mejora de la eficiencia energética. Esto pasa por fomentar el cumplimiento de las siguientes acciones:

• Optimización de recursos para lograr una reducción del consumo energético.
  
  
• Realizar un proceso de descarbonización del sistema energético, evitando los tradicionales recursos fósiles y sustituyéndolos por energías renovables, como la eólica, la hidráulica o los biogases.
  
  
• Tomar medidas de ahorro energético en todos los ámbitos, desde el doméstico al transporte y el empresarial.
  
  
• Adoptar medidas de promoción para la instalación y uso de energías renovables, que resulten sostenibles y garanticen la autonomía del país en este ámbito. En España esto nos resulta un reto relativamente fácil de superar, ya que el clima del país es muy favorable para la instalación de sistemas de generación de energía solar y eólica.
  
  
• Garantizar una transición energética eficaz hacia las fuentes renovables facilita este proceso. Por lo tanto, representa un paso más hacia la autonomía energética.
  
  
• Asegurar la implicación de todos los agentes públicos y privados en la generación y consumo de energía es clave para que el procedimiento resulte exitoso.

En definitiva, podemos decir que la dependencia energética es un problema grave para cualquier país. Implica asumir unos costes económicos muy elevados y tener que recurrir a terceros para poder garantizar el suministro. Evitar esta situación, y ayudar a la vez al medioambiente y la sostenibilidad, pasa por el uso de energías renovables. También por concienciar para que todos tomemos las medidas oportunas de ahorro energético.

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