El sector de la construcción no está exento de referencias como la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En ese marco, la tecnología Building Information Modeling (BIM) se ha convertido en una poderosa herramienta para lograr una construcción sostenible. Gracias a ella, se mejoran los procedimientos de trabajo y se tienden puentes hacia edificaciones respetuosas con el medioambiente, que combaten el cambio climático.
BIM y construcción sostenible
Esta tecnología supone la posibilidad de representar digitalmente los elementos físicos y funcionales de un proyecto. Cuando hablamos de construcción, tanto de edificios como infraestructuras, este proceso consiste en la elaboración de modelos que optimizan el diseño y la gestión.
La relación entre arquitectura y BIM implica la generación y uso de dichos modelos digitales, con el potencial de encontrar soluciones innovadoras y creativas. Ofrece inmensas posibilidades de probar opciones, imaginar escenarios hipotéticos y proyectarlos digitalmente. Ahorra costes, evita errores mucho antes de que se cometan y contribuye a alcanzar nuevas cotas de excelencia. A esto se suman las posibilidades de integrar criterios de sostenibilidad desde las etapas iniciales.
Mejora de los procedimientos de trabajo
Mayor productividad, más agilidad y rapidez, menos errores, más coordinación… Todas estas son ventajas que se obtienen al trabajar con este modelo. Permite manejar datos precisos sobre materiales, consumo energético y geometría de la edificación, entre otros.
Más concretamente, entre los principales beneficios que aporta a los encargos de construcción están los siguientes:
Más colaboración entre equipos
Permite a arquitectos, ingenieros, contratistas y otros profesionales trabajar en un modelo compartido. Esto fomenta la colaboración y la comunicación, reduciendo errores y malentendidos. Brinda transparencia, visión de conjunto, organización y claridad para intervenir, aportar y mejorar.
Modificaciones rápidas en los proyectos
Cualquier cambio que se introduzca se refleja automáticamente en todas las vistas y planos. Esto agiliza el proceso de diseño y permite ajustes inmediatos y simultáneos para todo el equipo. Hay un control exhaustivo de la participación, de las aportaciones y de los papeles que desempeña cada persona. Facilita la trazabilidad en la evolución. Por tanto, es posible volver a etapas anteriores si se considera que se ha llegado a un punto muerto.
Análisis de eficiencia energética y rendimiento
Proporciona herramientas avanzadas para evaluar la eficiencia energética y el rendimiento de un edificio. Los diseñadores pueden simular diferentes escenarios y seleccionar las opciones más sostenibles. Para ello, pueden combinar datos de iluminación, temperatura, materiales de la edificación, orientación y una larga lista para hacer sus análisis y proyecciones.
Simulaciones
Posibilita la realización de simulaciones de energía, iluminación y otros aspectos clave. Esto permite evaluar el impacto de las decisiones de diseño en el consumo de energía y la huella de carbono. Asimismo, hace posible la gestión del ciclo de vida del edificio mediante planificación y programación del mantenimiento y la renovación.
Detección de márgenes de mejora
Identifica áreas donde se pueden mejorar los aspectos sostenibles. Esto incluye la optimización del diseño, la selección de materiales y la eficiencia de los sistemas de construcción. Al hilo del anterior apartado, permite, por ejemplo, la simulación de la iluminación y la evaluación del ciclo de vida de materiales. De esta manera, se pueden valorar opciones y diseñar estrategias de mejora.
Reducción de la huella de carbono
La construcción sostenible trata de reducir la huella de carbono de los edificios. Esto se logra con eficiencia energética, aislamientos adecuados o aprovechamiento de la luz natural. Otras opciones pasan por la gestión adecuada de residuos y el uso de materiales reciclables.
En este sentido, BIM contribuye de varias maneras. Por un lado, facilita la identificación y selección de los materiales óptimos, siguiendo consideraciones de sostenibilidad. Los diseñadores pueden evaluar el impacto medioambiental y elegir en consecuencia.
Por otro lado, la gestión del flujo de residuos se optimiza, minimizando los desperdicios y reutilizándolos cuando sea posible. De esta manera, los recursos consumidos se rentabilizan al máximo. Además de todo esto, es posible diseñar los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado más eficientes.
Eficiencia energética
La eficiencia energética es un pilar clave de la construcción sostenible. La estrategia de construcción en estos casos puede impulsarse con la tecnología BIM. Esto se logra mediante aspectos como el diseño inteligente tendentes al ahorro energético. A eso hay que añadir las posibilidades que brinda en términos de monitorización y seguimiento. Es decir, se puede medir el rendimiento, detectar márgenes de mejora y actuar sobre ellos. Por últimos, este tipo de herramientas facilitan la integración de fuentes renovables, mediante paneles solares o sistemas geotérmicos.
Por todo ello, BIM es un magnífico aliado para el fomento de la construcción sostenible. Esta tecnología contribuye en una amplia gama de aspectos, que van desde la mejora de los procedimientos de trabajo hasta el ahorro energético. Esta es la razón por la que el sector de la construcción puede integrar definitivamente los criterios de sostenibilidad usando este recurso.
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