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Sostenibilidad
Cómo iluminar un espacio deportivo en medio de la naturaleza
Tiempo de lectura: 4 min.

La iluminación contribuye a generar seguridad y bienestar, pero ¿qué sucede cuando debe funcionar en un núcleo urbano y rural al mismo tiempo? Con el objetivo de minimizar el impacto ambiental, se han desarrollado nuevas soluciones. Una de ellas es ideal para un espacio deportivo en medio de la naturaleza, y queremos que la conozca.

 

 

Espacios deportivos en medio de la naturaleza

La práctica del deporte en sitios naturales —protegidos o no— es un área sensible en el que multitud de instituciones han puesto su foco de atención. Una de ellas es la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que defiende de manera decidida apoyarse en esta disciplina con el fin de reducir la pérdida de biodiversidad para 2030.

Hay distintas iniciativas que ha puesto en marcha este organismo tomando como referencia un espacio deportivo en medio de la naturaleza. Entre ellas, destacan dos:

 

  • Compartir buenas prácticas entre los deportistas, lo que implica cuidar el lugar.
  • Concienciar acerca del impacto que poseen la cadena de suministro y la logística.

 

Este último punto nos permite conectar con el tema que queremos abordar. La luz artificial no adaptada es uno de los aspectos que más perjudican los entornos naturales cuando estos no se cuidan. Por ello, pretenden vincularla a lo que la organización tiende a denominar «políticas de abastecimiento sostenible».

 

 

Iluminación responsable para la sostenibilidad

En la actualidad, la norma UNE 12193 define cómo debe ser la iluminación de instalaciones deportivas. Con esta base, se distinguen tres categorías diferentes:
 

  • Clase I. Competiciones de alto nivel que requieren una excelente visibilidad para un público muy amplio.
  • Clase II. Competiciones de nivel regional, donde el alumbrado no tiene que llegar a tantas personas.
  • Clase III. Competiciones locales y no profesionales, con menores exigencias técnicas para el alumbrado.
     

Por lo general, la práctica de ejercicio en ecosistemas está comprendido por las clases II y III. Los deportes más habituales suelen ser el senderismo, el esquí o el ciclismo. Lo mismo sucede con el alpinismo o la escalada, así como con la natación, el esnórquel o el submarinismo —ya en el entorno acuático—.

En la actualidad, lo que se busca es desarrollar opciones más sostenibles para iluminar un espacio deportivo en la naturaleza. La clave está, de entrada, en incorporar paneles solares con el fin de minimizar las emisiones de CO₂. Pero también se han puesto en marcha otras propuestas basadas en la distribución horaria:
 

  • Desde el atardecer hasta la noche: Luz ambiental, solo en un 20 % de su intensidad habitual.
  • Cuando se detecte la presencia de una persona (haciendo deporte o no). Regresa a su potencia normal.
  • Varios segundos después del paso: Luz ambiental de nuevo.
     

Las bases de esta iniciativa las encontramos en un proyecto iniciado en Flandes Occidental, Bélgica. Para una mayor eficiencia, se dotó con detectores de movimiento en tiempo real y un software interconectado a la red. De esta manera, se minimizó la necesidad de extender cables, con el riesgo de incendios forestales que hubieran supuesto.

 

 

Optimización LED para mejorar el futuro del deporte

El uso de luminarias led se ha consolidado como la alternativa más eficaz con el objetivo de minimizar el consumo energético. Con esta tecnología, se reducen los consumos hasta en un 75 %, como queda demostrado en los proyectos que habitualmente se realizan. Uno de ellos ha sido puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid junto con empresas del sector y se sustancia en las siguientes claves:
 

  • Los dispositivos de alumbrado están conectados a una aplicación.

  • Quien realice deporte en una instalación pública, solo tiene que activarlos con su móvil.

  • Cuando haya finalizado, puede volver a apagarlos al salir.

 

Otro ejemplo lo hallamos en el campo de fútbol FC Avenches, un equipo suizo. La metodología de alumbrado es tan discreta que no se percibe a 100 metros de distancia. De este modo, se previene la contaminación lumínica hacia el punto natural en el que está ubicada esta instalación, toda una prioridad.

Pero todavía queda otro desafío pendiente, ¿cómo iluminar pistas de esquí? Estos lugares para el deporte se caracterizan por ser extensas y requerir unas condiciones excelentes de visibilidad. Para ello, hay distintas bases que desde este sector han comenzado a surgir y que queremos mostrarle:
 

  • Luminarias conectadas a una estación central y entre sí, para evitar la colocación excesiva de torres de potencia.

  • Haces luminosos que dirigen la luz hacia el suelo y nunca hacia su parte superior.

  • Consumo reducido, siempre intentando mantenerlo por debajo de los 5 vatios para mayor sostenibilidad.
     

Cuando este tipo de sistemas se generalice, iluminar un espacio deportivo en medio de la naturaleza dejará de ser un inconveniente. El objetivo es conseguir el mínimo impacto posible en los cielos. Con esta propuesta, se logrará, de una vez, consolidar las luminarias del siglo XXI, caracterizadas por una mayor sostenibilidad. ¡Descubra las nuevas soluciones!

 

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