Share
Sostenibilidad
ene. 2024
Los flujos de residuos y su gestión: guía práctica
Tiempo de lectura: 3 min.

La gestión de residuos forma parte de la cultura de la sostenibilidad, necesaria para preservar el medioambiente y frenar el cambio climático. Controlar el flujo de residuos y tratarlos de la manera más apropiada requiere reducirlos, su reutilización y su reciclaje. En este artículo, analizamos algunas recomendaciones para el tratamiento de los principales tipos de desperdicios.

 

Residuos domésticos

Los residuos domésticos son aquellos que se generan en los hogares y en áreas similares, como entornos comerciales. Incluyen materia orgánica, envases, papel, cartón, vidrio y plástico, entre otros materiales, en una cantidad reducida. Son generados por una o varias personas y su gestión implica una actitud activa en la separación y distribución. Esto incluye el almacenaje y clasificación previos en el domicilio, para después realizar un depósito selectivo en los contenedores de la vía pública. De esta manera, se facilita el reciclaje y su deposición adecuada en vertederos o plantas de tratamiento.

Esta tipología puede englobar la mayoría del resto de los residuos, como envases, pilas o aparatos eléctricos. Sin embargo, hay otros que se generan en sectores específicos, como el industrial o sanitario.

 

Biorresiduos

Son residuos orgánicos biodegradables de origen vegetal o animal que se generan en el ámbito domiciliario y comercial. Según su naturaleza existen los siguientes tipos:
 

  • Residuos orgánicos de origen alimentario y de cocina.
  • Residuos vegetales o Fracción Vegetal (FV), que se generan en las zonas verdes y vegetación tanto públicas como privadas.


Cuando hablamos de gestión de los residuos orgánicos domésticos se da la siguiente clasificación:
 

  • Fracción orgánica (FO). Cuando se recoge de forma separada se utiliza el término FORS (fracción orgánica de recogida separada). Está constituida por:
    • Restos de preparar comida, sobras de alimentos, etc.
    • Residuos en cantidad escasa procedentes de la poda y trabajo en jardinería.
    • Residuos en gran cantidad de poda y jardinería.
       

Cada uno de ellos requiere un tratamiento, siendo el más laborioso el del último tipo. Para ello se lleva a cabo una gestión específica. Esto implica tareas de recogida, tratamiento, etc. En muchos casos, con ello se genera biogás o compost.

 

Envases

Suponen una gran cantidad de los desperdicios que se generan en la sociedad. Una de sus definiciones está recogida en el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases. Incluyen los de plástico, vidrio, papel y cartón, entre otros. Entre sus posibles clasificaciones están:
 

  • De venta o primarios.
  • Colectivos o secundarios.
  • De transporte o terciarios.
     

Su adecuada gestión requiere la recogida selectiva, el reciclaje y la reducción mediante la reutilización.

 

Neumáticos

La gestión de los neumáticos fuera de uso (NFU) está regulada por el Real Decreto 1619/2005, de 30 de diciembre. La disposición en vertederos está prohibida. Así, los objetivos fundamentales de la normativa se centran en:
 

  • Prevenir que se generen.
  • Establecer el régimen jurídico de su producción y gestión.
  • Fomentar, por este orden, su reducción, reutilización, reciclado y otras formas de valorización.
     

Vehículos

Los vehículos al final de su vida útil (VFVU) y los automóviles al final de su vida útil (AFVU) son residuos derivados de vehículos autopropulsados. Su gestión implica la entrega a centros autorizados de tratamiento (CAT) para su destrucción o tratamiento medioambiental.
 

Tierras y escombros (RCD)

La gestión de los residuos de construcción y demolición (RCD) implica su clasificación y el tratamiento para su reutilización o reciclaje. Esto se regula en el Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero.
 

Aceites industriales

En esta tipología se incluyen los aceites minerales o sintéticos industriales o de lubricación que ya no sean aptos para el uso. Entre ellos están los que se usan en motores de combustión y los de cajas de cambios, los lubricantes, los fabricados para turbinas y los hidráulicos. La regeneración por refinado es una de las principales vías de gestión en este caso.

 

Aparatos eléctricos y electrónicos

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) incluyen dispositivos como ordenadores personales, teléfonos móviles y electrodomésticos. Su gestión implica la clasificación y tratamiento para la reutilización de todas o algunas de sus partes.

 

Pilas y acumuladores

Contienen sustancias peligrosas y deben gestionarse adecuadamente para evitar la contaminación. La recogida selectiva y el reciclaje son las líneas básicas de la estrategia que hay que seguir.

 

Residuos sanitarios

Requieren una gestión especializada debido a su potencial riesgo para la salud, mediante recogida segura y tratamiento específico.

En definitiva, controlar los flujos de residuos es un desafío complejo pero fundamental para la protección del medioambiente y la salud pública. La clasificación, distribución selectiva, reciclaje y reutilización son los objetivos en el marco de una economía circular y una filosofía de la sostenibilidad. No obstante, otro aspecto importante radica en la reducción de residuos, dando uno uso alternativo a los desperdicios o reparándolos antes de que pasen a esa fase de la cadena productiva.

 

Compartir

Escríbanos

¿Necesita información sobre productos o servicios de Gewiss?