RELLENE EL FORMULARIO PARA ENVIAR UN CORREO ELECTRÓNICO


El Internet de las cosas y el análisis de los datos son el núcleo de la ciudad inteligente, utilizados para facilitar la optimización de los servicios, la sostenibilidad y la eficiencia energética. Las ciudades inteligentes aportan beneficios como la mejora de la habitabilidad y la protección del medio ambiente, que a su vez tienen efectos beneficiosos en la calidad de vida de los ciudadanos. Esto se puede ver en las ciudades más avanzadas del mundo: desde Singapur, reconocida mundialmente como el ejemplo más representativo, hasta proyectos exitosos en grandes urbes europeas como Londres, Oslo y Zurich.
CIUDADES INTELIGENTES: ¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS?
Los objetivos principales de las ciudades inteligentes son la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, la salvaguarda el medio ambiente y, además, la mejora de la situación económica de la zona. Algunos de los beneficios de las ciudades inteligentes se detallan a continuación.
- Reducción de la contaminación y de las emisiones de CO² mediante el empleo de fuentes renovables, racionalización del uso de la energía y monitorizado a través del Internet de las cosas. Sensores conectados de calidad del aire podrían, por ejemplo, advertir inmediatamente si se exceden los límites de polvo fino, protegiendo el medio ambiente, y también el bienestar de los ciudadanos.
- Desarrollo urbano sostenible: el crecimiento de la población mundial y la urbanización progresiva hacen del desarrollo urbano sostenible una prioridad para preservar la calidad de vida de los ciudadanos y limitar el impacto ambiental. La ONU ha estimado que para 2030 alrededor de 5 mil millones de personas de un total de 8 mil millones se concentrarán alrededor de las ciudades. Por lo tanto, la gestión del tráfico, la prestación de servicios, el mantenimiento de la calidad del aire y la protección de la naturaleza dentro y en los límites de las zonas urbanizadas son cuestiones que deberán abordarse desde una perspectiva de gestión municipal inteligente.
- Servicios eficientes que se traduzcan en una optimización del tiempo y de los recursos económicos de que disponen los municipios, las empresas y los propios ciudadanos, especialmente en lo que respecta a la racionalización de los sistemas de tráfico y transporte. Imagine el efecto beneficioso de la señalización inteligente que se ajusta al flujo de tráfico o la detección automática de espacios de estacionamiento libres.
Sin embargo, existen requisitos previos antes de que una ciudad inteligente pueda convertirse en realidad, algunos de los cuales se detallan a continuación.
- Resistencia a los hackers y protección de la privacidad: el informe del Foro Económico Mundial, elaborado en colaboración con Deloitte, reveló que todavía existen lagunas en la gobernanza de las tecnologías, con posibles lagunas que permiten ciberataques y, en consecuencia, posibles repercusiones para la privacidad de los ciudadanos. Por lo tanto, la inversión en seguridad del sistema para la ciudad del futuro es básica y crucial.
- Inversiones económicas en las administraciones: la digitalización de la administración de las ciudades, la conversión de servicios sobre la base del Internet de las Cosas y el tratamiento de big data para la gestión automática y eficiente de las infraestructuras urbanas requieren importantes inversiones económicas por parte de las administraciones municipales, así como la disponibilidad de proveedores de servicios tecnológicos adecuados. Además, la creación de ciudades inteligentes puede requerir inversiones en empresas tecnológicas para el desarrollo de sistemas integrados.
- Participación ciudadana activa: es uno de los requisitos básicos para el éxito de una Smart City. Esto implica tanto una actitud positiva de los individuos para el uso de estas tecnologías como una capacidad real de utilizarlas, de lo contrario la ciudad del futuro fracasará.
EJEMPLOS DE CIUDADES INTELIGENTES EN TODO EL MUNDO
A ambos lados del Océano Pacífico, existen dos ciudades que destacan a nivel mundial por las medidas innovadoras que han adoptado y que les han valido el título de ciudades inteligentes. Comenzamos nuestro viaje Smart City con Singapur, que, según los rankings del Instituto Internacional para el Desarrollo de la Gestión, fue la mejor ciudad inteligente en 2021. Gran parte del crédito de este reconocimiento reside en sus ciudadanos, que están muy abiertos a compartir datos para la prevención de delitos o la mejora del tráfico. Singapur también lidera en servicios web, Wi-Fi público abierto y monitoreo de la calidad del aire. Además, el proyecto Vehicle to Everything tiene como objetivo que todos los automóviles sean autónomos para 2025, conectando los vehículos entre sí y con infraestructuras como semáforos.
Nuestro viaje continúa, cruzando el océano hacia Los Ángeles. Superpoblada y congestionada por el tráfico, la ciudad se ha embarcado en un proceso inevitable de transición ecológica, con el objetivo de lograr que el 100% de la energía que consume sea limpia para 2035. El objetivo es mejorar el bienestar físico de sus ciudadanos, con el efecto positivo de reducir los gastos sanitarios producidos por las enfermedades que tienen su origen en la mala calidad del aire. En el período previo a los Juegos Olímpicos de 2028, Los Ángeles quiere impulsar la infraestructura relacionada con la fibra óptica y la carga de vehículos eléctricos; de interés especial es el desarrollo de alumbrado público LED inteligente, que se controlará de forma remota mediante software a través de sensores IoT que también detectan la contaminación acústica.
Algunas de las ciudades europeas han dado sus primeros pasos para convertirse en ciudades del futuro, los mejores ejemplos son: Londres, Zurich y Oslo.
Londres fue nominada por el Índice City Motion como la ciudad más inteligente en 2020, y su estatus como ciudad tecnológicamente avanzada es universalmente reconocido. Esta ciudad inició el proceso de evolución en 2017 y tiene objetivos ambiciosos: el 80% de sus desplazamientos deben ser a pie, en bicicleta o en transporte público para 2041 y 0 emisiones para 2050. Para lograr esto, la ciudad decidió incentivar a las empresas de tecnología y creó un organismo administrativo especial, la Oficina de Londres para el Análisis de Datos.
Zurich, por otro lado, se destaca por haber adoptado un intuitivo sistema basado en la web para la gestión del transporte público en previsión de la electrificación casi total del transporte público para 2030.
Finalmente, Oslo destaca por su plan cero emisiones para el nuevo distrito de innovación, que se logrará a través de la transformación de 1,4 millones de m² de terreno en un corredor verde altamente sostenible para 2045.
SMART CITY: ALGUNOS DATOS Y CONSIDERACIONES FINALES
Según las estadísticas publicadas por Eurostat, el 75% de la población europea vive en ciudades y, según informes de la ONU, para 2050, el 70% de la población vivirá en ciudades. Actualmente, los centros densamente poblados son los responsables del 70% de las emisiones de dióxido de carbono, contaminantes y de los altos niveles de consumo de energía. La decisión de hacer que las ciudades sean inteligentes ya no es una opción sino una obligación, especialmente porque todas las actuaciones tecnológicas deben tender a ayudar a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU sobre eficiencia energética y sostenibilidad ambiental.