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Instalar luz de fuente led en una oficina es el primer paso para obtener una mejor iluminación. Los empleados van a pasar, al menos, ocho horas en su puesto de trabajo, y necesitan una buena visibilidad. Por este motivo, hemos de conocer cómo conseguir unos resultados que cuiden su salud visual.
CÓMO ILUMINAR LA OFICINA
La iluminación led es excelente para las oficinas, ya que nos permite reemplazar los halógenos o tubos fluorescentes y reducir el consumo eléctrico sin que se pierda visibilidad o la capacidad de generar diferentes ambientes. Para lograr un buen resultado, hemos de prestar atención a dos tipos de iluminación: la general y la particular.
La general representa la iluminación de toda la oficina. Esta tiene como principal objetivo crear un ambiente cálido y natural que fomente la concentración y la productividad. Por otro lado, el color de la luz debe ser blanco, el más adecuado para el propósito mencionado. Si optamos, por ejemplo, por un tono amarillento, se inducirá a la relajación. Por lo tanto, es importante cuidar la atmósfera que se genera.
Respecto a la iluminación particular, se relaciona con los puestos de trabajo específicos. En este caso, es básico evitar contrastes entre luces y sombras, ya que dificultan el trabajo con las pantallas de ordenador al crear deslumbramientos y contraluces. Para que esto no ocurra, la potencia de las luminarias tiene que ser la adecuada. Además, la luz se ha de proyectar convenientemente, con ópticas diseñadas específicamente para este uso, de forma que ni deslumbre al trabajador ni produzca sombras con su cuerpo o mano al escribir.
Para conseguir una buena iluminación en ambos niveles, es indispensable que planifiquemos el diseño, pues cada oficina presenta un espacio y una situación específicos. En primer lugar, hemos de determinar qué zonas de trabajo existen y la actividad que se lleva a cabo en cada una. Después, debemos tener en cuenta el tiempo que se emplea en ellas y plantearnos propuestas específicas para cada espacio.
CUÁL ES LA MEJOR LUZ PARA TRABAJAR
Para iluminar con led una oficina, necesitamos un nivel diferente según zonas, pero al menos será de 300 lúmenes, ya que un flujo luminoso adecuado con el tipo de actividad evita que se fuerce la vista. Además, hemos de orientarlo desde arriba para que inunde por completo un puesto de trabajo. En cualquier caso, siempre que sea posible, trataremos de maximizar la entrada de luz natural.
Para acercarnos lo máximo posible a la luz natural, debemos fijarnos en el espectro de la luminaria. El objetivo es conseguir uno lo más completo posible (que sea parecido al que emite el sol), así que se usarán luces con un mínimo de 80 de reproducción cromática. Hemos de tener en cuenta que el astro rey alcanza el 100, una cifra que no es posible igualar por medios artificiales.
En cuanto a la temperatura, lo habitual es utilizar una luz neutra en torno a los 4000 K. De este modo, el haz que se genera es brillante y con un alto contenido en componente azul. Gracias a esto, los empleados se mantienen activos y mejoran su concentración y su nivel de atención. Otra opción para la luz led en la oficina es buscar un término medio en el que haya zonas de descanso donde se empleen los 2700 K.
LUZ SUAVE Y LUZ DURA, EN QUÉ ENTORNOS FUNCIONA MEJOR CADA UNA
La luz suave es aquella que consigue una transición sutil y progresiva entre luces y sombras. La dura provoca lo contrario: el cambio es pronunciado y repentino. Para aprovechar al máximo sus cualidades, hemos de emplear cada una en función del entorno que vayamos a iluminar.
La luz dura se utiliza en pasillos y, en general, en lugares que sirvan de conexión, ya que permite que las transiciones sean mucho más homogéneas. Además, es muy importante que no se generen grandes espacios en penumbra, un factor que podría provocar cierta inseguridad en los empleados.
Por su parte, las luces suaves se reservan a las zonas de trabajo para que el cambio entre luz y sombra no sea demasiado abrupto. De este modo, es posible generar una atmósfera de tranquilidad y una iluminación que se mantiene continua en todo el recinto.
En cualquier caso, es necesario que utilicemos ambas alternativas con suficiente criterio, pues una mala colocación afectará al estado de ánimo y productividad de los empleados. Sin duda, la iluminación es un factor que no puede pasar desapercibido para la dirección de una empresa.
Utilizar luz led en la oficina es un gran acierto, puesto que ayuda a conseguir de manera sencilla un ambiente adecuado para el trabajo. Los empleados se concentrarán con facilidad, no sufrirán deslumbramientos y se sentirán cómodos. En Gewiss ofrecemos asesoramiento técnico en todo tipo de proyectos. Queremos ayudarle a sacar el máximo partido a su iluminación. Gracias a la labor que realizamos, ahorrará en su consumo energético y disfrutará de las últimas tecnologías. ¡Conozca nuestro trabajo!