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La iluminación urbana ha tenido desde siempre la función de hacer visibles las calles en las horas de oscuridad, con el objetivo de mejorar la seguridad y la habitabilidad de los espacios públicos, favoreciendo también y en cierto sentido, la convivencia entre los habitantes. Los requisitos modernos se centran en varios puntos:
- la seguridad de los ciudadanos;
- la sostenibilidad de la iluminación;
- la generación de un ambiente agradable incluso por la noche;
- la usabilidad del resto de equipamiento urbano.
Claramente el punto de vista técnico, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ya no es un aspecto prioritario que hacía que el resto de aspectos pasaran a un segundo plano. Los diseñadores de iluminación urbana deben encontrar un equilibrio entre bienestar de los ciudadanos y sostenibilidad.
ILUMINACIÓN INTELIGENTE: EL DESAFÍO QUE REÚNE CONFORT ESTÉTICO Y NECESIDADES ACTUALES
La ciudad del futuro tiene una característica fundamental: responde a las necesidades del ciudadano moderno, que hoy se centran en reducir el consumo y en la necesidad de agregación, compartir y reunirse, lo que puede verse favorecido en una ciudad con espacios bien organizados, adecuadamente iluminados por una iluminación inteligente.
El alumbrado público LED adaptativo e inteligente es un servicio esencial para las ciudades del futuro: un servicio que se basa en sensores de movimiento y crepusculares, capaces de adaptarse al paso de los vehículos por las calles y a las condiciones ambientales.
Esto conduce a dos ventajas principales:
- confort visual constante, ya que la iluminación se adapta al entorno natural;
- bajo consumo de energía, con ahorros estimados entre el 50% y el 60%. Esto permite que estos sistemas de iluminación cumplan con los requerimientos normativos y ambientales mínimos, ya que ofrecen un rendimiento de eficiencia energética mejorado, así como durabilidad y confiabilidad del sistema.
ILUMINACIÓN INTELIGENTE: ILUMINACIÓN URBANA E IOT
Como muchos otros sectores, el alumbrado urbano está experimentando un necesario proceso de modernización y digitalización. Hoy en día la clásica farola ya no es solo un accesorio urbano que ilumina una parte de la calle o carretera, sino que se está convirtiendo en una parte activa en la mejora de la seguridad y confort del ciudadano, permitiendo también que este último esté conectado.
El alumbrado urbano en la actualidad, está entrando en el mundo del IoT, facilitando conexiones a Internet y proporcionando un servicio más completo y personalizado, para el hombre y el medio ambiente.
Este es un primer ejemplo de una nueva concepción de iluminación urbana y de ciudad, orientados hacia el individuo: son las personas las que influyen en la gestión de las horas de encendido y apagado. En función de sus necesidades y de la información proporcionada e intercambiada con las luminarias, es posible controlar la luz emitida, crear condiciones ambientales óptimas, reducir los residuos y, con todo ello, reducir los costes de energía eléctrica.
Concluimos subrayando también una interesante evolución de los sistemas inteligentes para el alumbrado urbano: también serán útiles para la prestación de otros servicios como la videovigilancia, la gestión del aparcamiento, la adquisición de información meteorológica, control del tráfico, la generación de puntos calientes para conexiones wi-fi, e incluso los puntos para carga de vehículos eléctricos.
Por lo tanto, las inversiones en este tipo de tecnología conducirán a nuevas formas de vivir la ciudad, más conectadas, seguras y también más sostenibles.